Daiana Vitaliti hizo público su caso hace un mes, tras cuatro meses sin ver a sus nenes, de 10 y 6 años, quienes fueron de vacaciones a Barcelona con su padre, pero nunca más volvieron. La mujer tomó un avión y pudo traerlos de regreso.
Daiana Vitaliti vivió cuatro meses de llanto, angustia y desesperación. Es que la mujer, de 31 años, le había firmado hace cuatro meses un permiso a su ex marido (Andrés Ceballos) para que llevara a sus dos hijos (de 10 y 6 años) de vacaciones a Barcelona, donde el hombre reside actualmente. No obstante, nunca imaginó que ese viaje nunca terminaría y que sus hijos tampoco regresarían a Mendoza.
Por mucho tiempo, según contó, Daiana pensó que ya nos los vería porque tampoco había imaginado que su ex, con quien contó tener una buena relación, haría semejante cosa. "Jamás pensé que iba a llevarse a los niños. Mi hijo más grande vive de paseo, de compras, no va al colegio y ahora dice que se quiere quedar (en España), pero esa no es la vida normal que tenían acá (en Mendoza)", explicó la mujer hace unos meses.
Si bien reconoce que nunca perdió las esperanzas, confesó sentir miedo de no poder recuperarlos. Con la falsa promesa de llevarlos de vacaciones, el padre nunca devolvió a su madre a los niños. "Se llevó a los chicos a otro lugar y estuvieron desaparecidos durante tres semanas. Hasta que a principios de noviembre, la policía de Vila Franca del Penedés los encontró", relató la mujer quien en una oportunidad viajó a España, pero solo pudo ver a los niños unas escasas veces, ante la presencia del ex marido y por lapsos de no más de 20 minutos.
El hombre debía llevar a los niños a su casa de Mendoza el 10 de noviembre, pero nunca sucedió. "El padre los llevó hasta la puerta de la casa de mi hermana y no los dejó bajar del auto. Luego quiso argumentar que los chicos no querían regresar", detalló Daiana en declaraciones televisivas. Fue allí cuando la mujer temió no volver a verlos por lo que decidió viajar de urgencia, aunque sin éxito.
Hace un mes, la mujer consiguió una orden de restitución a su favor de la justicia catalana, por lo que se dirigió al colegio español donde los chicos habían sido anotados por el padre y obligó con la orden a las autoridades escolares a entregarles a los niños. Reconoció que uno de los momentos más duros que vivió fue cuando su hijo de diez años "salió corriendo" ante el miedo de que algo malo estuviera sucediendo. "Él pensaba que yo lo estaba engañando y hasta decía que era español", lamentó.
La mujer fue al consulado argentino y fue recibida por el cónsul Marcelo Irigoyen, quien gestionó el cambio de fecha de pasajes para retornar a la Argentina. La mujer se escondió con los nenes en la casa de una familiar que vive en España por miedo a que el ex marido reaccionara violentamente como represalia.
Diana hoy está tranquila en su casa de Mendoza con sus dos hijos, quienes retomaron sus vidas normales: "Teníamos una buena relación (con el ex) . Nada hacía pensar que debía sospechar de él. Mis hijos hoy están felices de estar en su casa", contó.