Los alumnos de cuarto a sexto grado de la provincia de Buenos Aires volverán a convivir con las calificaciones 1,2 y 3 en caso de que sus conocimientos no alcancen los parámetros establecidos por sus docentes.
Lo que para los más grandes parece algo habitual, para los chicos no lo es tanto. Sucede que en 2014 las autoridades educativas habían suprimido los aplazos para no estigmatizar a los niños. Ahora, tras una votación realizada en el Consejo General de Educación, el tradicional sistema de calificaciones numéricas regresará a los colegios.
La decisión generó aplausos y críticas. Uno de los sectores que puso el grito en el cielo es el de los maestros. Roberto Baradel, secretario general del principal gremio que los agrupa, cuestionó que el gobierno de María Eugenia Vidal no los haya consultado y cuestionó: "Están muy equivocados en cambiar el régimen a mitad de año".
La modificación en las calificaciones comenzará a regir el próximo mes, en medio del ciclo lectivo, según se estableció en una reunión realizada la semana pasada. Allí también se consensuó que los profesores de primero a tercer grado continuarán utilizando las notas "insuficiente" y "aún no satisfactorio" para los pequeños que no cumplan con los objetivos curriculares.
"Se apresuraron y tomaron una decisión que requiere una consulta mucho más amplia. Intentaron generar una noticia, una acción de impacto mediático, y en la educación no es borrón y cuenta nueva de un gobierno para el otro", declaró Baradel en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red.La respuesta no demoró en llegar. El director de Escuelas, Alejandro Finocchiaro, aseguró que el Poder Ejecutivo no tiene por qué debatir sus decisiones con los gremios. "Ellos no pueden dictar la política educativa de un país; con los sindicatos discutimos salarios y sus condiciones laborales", sintetizó en diálogo con Marcelo Longobardi en radio Mitre.
De acuerdo con la visión de la cartera educativa bonaerense, la reforma que había impulsado la gestión de Daniel Scioli no funcionó y no hay motivos para que un alumno pase de año porque sí. Si así fuera, "se pone en peligro a la sociedad y además lo estaríamos estafando", aseguró el funcionario.