La historia detrás de la foto más tierna del adiós a Diego Milito
















Por Federico Lamas


Una madre dejó grabada una imagen que se hizo viral en las redes sociales, mientras el corazón de Racing se partía por la despedida del ídolo. Su protagonista es un nene de 10 años que juega, corre y le prestó a su amigo una muleta para que viera el partido


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Diego Milito fue el protagonista principal de la fiesta del sábado en el Cilindro de Avellaneda. Las cámaras registraron cientos de imágenes del delantero, pero aun así hubo un lente rebelde que se posó en otra escena: dos nenes subidos a unas muletas para ver cómo se despedía su ídolo. Uno de ellos, sin una pierna.
El dueño de las muletas se llama Santiago. Le dicen Santi, tiene 10 años, juega al fútbol hace dos en el Club Unión de Del Viso, practica Taekwondo, nació con una malformación en su pierna derecha y su madre fotografió un momento único.
El sábado, él y su amiguito querían ver el adiós del abanderado del equipo que les dio su -hasta el momento- único título como hinchas de Racing. Ese que seguramente pretenden ser cuando van a patear un penal. Como no llegaban, resolvieron lo más fácil y se subieron a sus soportes para ver lo que pasaba en el pasto. Muy relajados los dos disfrutaron del partido, pero esta imagen fue una excepción porque Santiago casi nunca se queda quieto cuando va la cancha.


Acompañado de sus papás, el pequeño hincha hace un año que va al Cilindro a ver a su equipo. Rara vez mira todo el partido. "Es más lo que juega que lo que ve. Son más fuertes sus ganas de jugar. A veces lo reto, pero no me da ola", contó Sabrina -su mamá- a DIARIO POPULAR.
Es que en cada partido que la Academia juega de local, un sector de la platea baja -atrás de los bancos de suplente- se convierte en un potrero. "Llegamos a la cancha y los chicos ahí enseguida se ponen a correr atrás de la pelota", agregó.
Los habitués del Juan Domingo Perón lo pueden confirmar. Si una número cinco empieza a rodar en el cemento, nada de lo que ocurra en el césped podrá quitarle la atención. Tal es así que a fines de 2015, en medio de un clásico de Avellaneda, las cámaras de Paso a Paso -el programa de TYC Sports- mostraron cómo estos chicos jugaban como si estuvieran en medio de la calle de su barrio. Nada los saca de su centro. A menos que se retire Milito.


Hace 20 años la Academia se convirtió en pionero y creó el primer departamento de discapacidad de un club de fútbol argentino. Bajo el nombre "Racing Integrado", Daniel Rosello y Hernán Gliniecki generaron un espacio en el cual se fomenta la integración de chicos y adultos con distintas discapacidades.
Si bien la institución no destina parte de su presupuesto a esta comisión, Rosello comentó aDIARIO POPULAR: "A partir de la presidencia de Víctor Blanco nos afianzamos. Nos dieron responsabilidades y podemos controlar que haya un orden. Detectar certificados truchos".

Cada sábado la comisión se junta y desarrolla diferentes actividades tanto en el club como en la sede social de Villa de Parque. Santi participa de algunas de las actividades: "Nos sirvió mucho la aparición de Santiago en el club. Su independencia y su capacidad de adaptación es bueno para otros chicos que vienen acá vean que es posible", señaló Rosello.
Más allá de las múltiples disciplinas que desarrolla y de la independencia que generó a partir de su movilidad, Santi necesita implementos para no tener inconvenientes en otras partes del cuerpo en el futuro. Sus padres no poseen obra social por la actividad que desarrollan y, en ese contexto, las dificultades económicas crecen.
A fines del 2015, los padres habían sido informados de que el Estado se iba a hacer cargo de los gastos de prótesis adecuada. Sin embargo, la burocracia tras el cambio de mando en los diferentes niveles de Gobierno -Nación y Provincia- llevó a que los dichos se disiparan y, ahora, la familia no tiene noticias al respecto.
Mientras tanto, Santi sigue atrás de la pelota con ganas de ir al Cilindro y, tal vez, mirar a Racing. Pero seguro, pase lo que pase, se jugará un picado.