La joven perdió el conocimiento como consecuencia de la agresión. 

Lo condenaron a 3 años por golpear a una moza en un bar de Coronel Pringles
Foto: Archivo LN.
   A una pena de tres años de prisión en suspenso y la prohibición de tener contacto con la víctima, fue condenado un hombre que a principios de 2017 golpeó a una mesera de un bar de Coronel Pringles que no quiso atenderlo porque no había pagado la entrada para acceder al lugar.
   El fallo del juez del Tribunal en lo Criminal Nº 3, Guillermo López Camelo, recayó en Emiliano José Olhaberry, quien fue hallado culpable del delito de lesiones graves agravadas.
   Para el magistrado se probó que el 21 de enero del año pasado, minutos después de las 4, en el interior del local denominado Triada, ubicado en Stegmann y Rivadavia, la empleada Milagros Cuevas fue "insultada y denigrada en su condición de mujer" por el acusado, quien le aplicó un golpe de puño provocando que perdiera el conocimiento.
   La joven fue trasladada al Hospital Municipal, donde se determinó que sufrió un traumatismo de cráneo, una herida cortante en el labio superior y trismus (falta de apertura bucal por contractura).
   Olhaberry fue aprehendido por la policía poco después que desde el bar dieran aviso de lo ocurrido.
   La chica declaró que estaba trabajando en el local y que una persona ingresó de manera brusca, burlando el pago de la entrada y pidió una consumisión. 
   Explicó que le dijo que no podía despacharle porque no había abonado, por lo que el hombre comenzó a insultarla y humillarla, hasta que finalmente le pega un puñetazo en la cara.
   En su testimonio, Cuevas sostuvo que "se sintió denigrada como mujer por las barbaridades que debió escuchar".
   En el mismo sentido declararon otros empleados y el dueño del local.
   Olhaberry dio su versión de los hechos, aunque el juez consideró que "no alcanza a desvirtuar la contundente prueba de cargo que lo sindica como el autor de la agresión sufrida por la víctima".
   Además de la pena de ejecución condicional, el magistrado determinó que el acusado deberá observar las reglas de conducta durante 3 años, entre ellas presentarse mensulamente en el Patronato de Liberado y evitar acercarse a la joven a menos de 200 metros.

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