08 de julio 20'19-El
Municipio de Río Grande acompañó este martes el tradicional Te Deum que se
realizó en la Iglesia del Colegio Don Bosco, en el marco del 203º Aniversario
de la Independencia Argentina.
Estuvieron
presentes el Intendente de la Ciudad, Prof. Gustavo Melella, el Intenente
Electo y Diputado Nacional Martín Pérez, la Concejal Verónica González, Secretarios
y Subsecretarios del Gabinete Municipal, miembros del Tribunal de Cuentas
Municipal y representantes de diversas instituciones civiles, militares y de fuerzas
de seguridad.
La
ceremonia estuvo presidida por el Rvdo. Padre Roberto Castello, quien durante
una sentida y profunda homilía dijo:
“Celebrar
la independencia es reconocernos, una vez más, nación y comunidad de hermanos.
Reconocernos implica mirarnos y sabernos presentes.
Que tenemos sentido unos para otros, que el significado de cada una y uno de
nosotros, en la historia, implica saber que no podemos nada sino contamos con ese hermano o hermana que Dios puso a nuestro lado.
Reconocernos
es tocar la infinita grandeza de las personas, pero también hacernos cargo de
sus vidas. Hacernos cargo de muchos dolores, historias y debilidades.
Reconocer a
los otros, también es darse cuenta que existe la diversidad, en las ideas, las
procedencias, las identidades, las culturas, las formas de mirar la vida y
entenderla. Y que esas diferencias nos enriquecen y no nos limitan, sino que
potencian y nos llena de posibilidades para ir al encuentro de aquellos que, de
entre los que sufren, son víctimas también de miradas in-humanas. Miradas que
se sustentan en la prescindencia de los otros. Que entienden que compartir es
perder, que dialogar es ser débil, que respetar es claudicar, que aceptar es
contagiarse de lo diverso y extranjero.
Celebrar
independencia es reconocer también nuestra Nación. Nación es identidad. E
identidad implica construcción cotidiana.
Implica
autonomía que no será auto-referenciarse sin los demás, sino que entiende
construir la propia libertad con la libertad de los hermanos. Que la salvación
no es cosa individual, sino que se construye en comunión. Que o “nos salvamos
todos como comunidad, o no nos salvamos ninguno”. Y que la salvación no viene
de nuevos mesías, sino que reconoce la posibilidad de redención teniéndonos
unos a otros como hermanos.
Identidad
es alegrarse por lo que somos y tenemos y que no necesitamos copiar de los
prototipos de mundos que no nos pertenecen. Sino que se trata de valorar
aquello que nos dice que somos de la misma familia.
De una
familia que alarga su mirada a la realidad continental y que nos hace darnos
cuenta que somos solidarios, que comprendemos que la Tierra es un derecho de
todos y todas, sobre todo de aquellos que son los primeros habitantes de este
suelo y que hacen parte de nuestra forma de ser de esta Tierra del Fuego. Que
junto con los pueblos originarios, declaramos la independencia contra aquellos
que les quieren arrebatar lo que les pertenece.
Que sabemos
que el Trabajo es un derecho inalienable de nuestro ser humanos y humanas. Que
no se tratan de dádivas oportunistas, sino que hace a la esencia de sentirnos
significativos para esta parte de la historia. Que nos alimenta con justicia y
que nos hace compartir oportunidades y derechos.
Que queremos que el Techo sea para todos y todas. Que ser integrados nos hace sentir amados y queridos para formar la familia. Que se trata de recibir a todos los que vienen en busca de nueva vida o nuevas posibilidades de desarrollar su humanidad.
Que ser
extranjero nos hace diversos pero no extraños. Y reconocemos que somos una
Nación que se ha forjado en el crisol de culturas antiguas y nuevas.
Independencia,
finalmente, es aprender a ser comunidad. Y ser comunidad no es solo sabernos
caminando juntos. Sino que es entender, desde el Evangelio, que solo poniéndonos
en el lugar del otro, podemos saber de nuestra identidad.
Ponernos en
el lugar de…. es la forma en la que Dios nos enseñó a ser libres. Ponernos en
el lugar del pobre, o del adicto, del que sufre indiferencia o marginación, del
que es perseguido por pensar distinto, o excluido por optar por una vida o
identidad distinta, nos ayuda a comprender lo que significa la libertad. Solo
poniéndonos en sus zapatos podemos ayudarnos a liberarnos de los prejuicios, de
las sospechas, de los miedos.
Liberarnos
de ese impulso in-humano de alejarnos de lo que no conocemos, de imponer ideas,
de trabar proyectos. Liberarnos de ese impulso irracional de acaparar bienes,
de creer que las oportunidades son ejercicio de la propia voluntad y no un
derecho por ser hijos e hijas de un mismo Padre. Liberarnos de creernos jueces
de la vida de los otros, cuando descendemos de un Dios Madre que hace llover
sobre buenos y malos, que despilfarra la semilla con tal que de fruto, que se
hace besar por una mujer condenada por la clase sacerdotal, que se deja tocar
por las realidades excluidas.
Por eso la
Patria/ Matria, es un don, pero al mismo tiempo una tarea que nos compromete
diariamente a construir una comunidad-comunión de posibilidades, de riquezas.
Que nos hace luchar por lo que nos pertenece, salir a pelear por las vidas que
se pierden, gritar contra la violencia que no naturalizamos, trabajar por
entendernos todos parte de una misma historia nuestra, buena o mala, pero
nuestra.
Pidamos a
ese Dios Madre que nos ayude a entender a nuestra querida Argentina…, nuestra
soñada Tierra del Fuego, un gran manto que nos abriga a todos y todas y que si
no somos todos y todas, no somos Matria”.
Luego, los
presentes se dirigieron al Gimnasio Padre Bonucelli donde se desarrolló el acto
central en conmemoración del 203º Aniversario de la Independencia.
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