"Si cada uno limpia su vereda, la calle estará limpia."



Llego el tiempo de agacharse sobre las mieses(cereal maduro) después de haber caminado el terreno yermo, después de haber arado y sembrado el lugar por donde otros pasaron desparramando sin ton ni son la lisonja de las palabras superfluas sobre la inocencia vehemente del pueblo ávido de anhelos de futuro.Es tiempo ya de curtirnos las manos y aunque el sol desgarre en sudor la piel y el viento en ocasiones nos impida levantar la mirada para observar el horizonte cercano de nuestros sueños la unica y verdadera forma de ser una comunidad unida fuerte y orgullosa de sus logros es aunque sea dia de descanso para dedicarlo al "SEÑOR"como dicen las escrituras cuando urgen las necesidades y el pueblo espera saben mejor los resultados trabajando aun en dia domingo;trabajar!!!
Nota de Redaccion Nueva Hora Magazine

"Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario."

Elbert Hubbard (1856-1915) Ensayista estadounidense.


En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: - «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, sí echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar." ¿0 qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»


Palabra del Señor.Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 25-33

Comentarios