Logremos la Ley Nacional de perros guías en Argentina



Esta tarde, desde las 19.30 hs. en el Salón Dorado, se presentará Maximiliano Marc. La presencia del rosarino tiene una única finalidad que es la de concientizar sobre el valor social que tienen los perros guía para la circulación de la persona ciega en los espacios públicos y medios de transporte. Además servirá para difundir la capacidad excepcional con la que cuenta el perro lazarillo para guiar haciendo su movilidad mucho más llevadera y sobre la relevancia de los mismos  para la  autonomía de los no videntes o disminuidos visuales en sus  actividades cotidianas.

Marc es rosarino, tiene 40 años, es no vidente y transita por la ciudad junto a Bandit, un labrador negro, que es su lazarillo. Cuando tenía un año y medio, debido a una meningitis perdió parte de su capacidad auditiva, luego de chico fue perdiendo la visión y a los 30 años sufrió una ceguera irreversible.


El año pasado cuando a principios de noviembre en un colectivo de la línea 121, el chofer de su ciudad no le permitió subir con su perro, a pesar que dicha  ciudad cuenta con  la ordenanza “8280” que indica que “las personas ciegas acompañadas de perros guía, tienen garantizado el acceso a todos los lugares y transportes públicos o de acceso público”.
Que ante esta situación de discriminación, Maximiliano emprendió una campaña para difundir lo que ya está reglamentado y fue por más, porque su sueño es que se convierta en una Ley Nacional.
En San Pedro, un grupo de vecinos se sumó al proyecto que impulsa Maximiliano Marck, un ciudadano rosarino que pretende que se promulgue una Ley Nacional sobre perro guías.
La propuesta persigue el objetivo de que dichos animales puedan ser parte inseparable de las personas que padecen este tipo de discapacidad y necesitan de sus canes de manera imprescindible para tener una mejor calidad de vida.
“El viernes pudimos hacernos de las planillas y arrancamos el lunes, y ha tenido una repercusión bárbara, la gente está enganchadísima vienen a mi casa o al negocio de mi señora a buscar planillas que para firmar”, sostuvo Raul Cipolla, un vecino no vidente que está a cargo de la organización.
En ese sentido afirmó: “Hay que conseguir 500 mil firmas  y de acá conseguiremos la maximiza que podamos y juntarlas a todas las que se pueda en el país” y continuó: “Legisladores piden este requisito, para después tener tratamiento en el congreso”
Sobre otras personas de la ciudad que pudieran hacerse eco de la iniciativa aseguró: “Enterándose por los medios seguramente se van a enganchar porque yo no tengo un perro pero me imagino que debe ser algo bárbaro, te da una independencia, una libertad que uno no la tiene porque vos podes manejarte prácticamente libremente por la calle y no depender de nadie sino solamente del perro”.
Cabe destacar que los animales deben pasar por pruebas de concentración y de obediencia. Deben ser capaces de seguir líneas rectas. Ese aprendizaje dura al menos medio año, y algo más de tiempo se consume en el entrenamiento conjunto con los dueños.
El costo es otro filtro: un perro guía cuesta unos 30.000 dólares. En general, las ONG o Seguridad Social se hacen cargo de esos costos.