El Director General de Inspección del Municipio de Río Grande, José Díaz, reveló que desde el 1 de enero hasta el 30 de noviembre, hubo un total de 744 secuestros de vehículos solamente por alcoholemias positivas detectadas en los conductores.
“En el mes de noviembre hubo un total de 88 vehículos secuestrados por esta misma causa”, acotó el funcionario municipal.
Sobre los controles de este fin de
semana, Díaz informó que “en total se controlaron 353 rodados y se labraron 77
actas. En total se realizaron 129 test de alcoholimetrías (soplado de pipetas),
arrojando 16 positivos por lo que se cumplió con las normas vigentes y se
incautaron los vehículos”, detalló.
En este mismo sentido precisó que “en total
se secuestraron 34 vehículos, 17 por falta de documentación entre los que hay
que incluir 9 que se negaron a hacerse el test de alcohol en sangre, además de
uno porque su conductor estaba inhabilitado para guiar vehículos”.
El funcionario municipal, asimismo,
resaltó el acompañamiento en estos operativos de la Policía provincial y de la
Dirección Provincial de Transporte.
Como todos los fines de semana, también
desde la Subsecretaría de Gestión Ciudadana se reitera a los vecinos la
solicitud de que “si van a conducir un vehículo no tomen bebidas alcohólicas
porque esto reduce mucho la capacidad de reacción y no sólo pone en peligro la
integridad física de quien maneja un vehículo y los que van con él, sino
también a terceros automovilistas y transeúntes”.
Asimismo recomiendan “tener siempre
todos los papeles en regla, deben circular con la licencia, tarjeta verde,
seguro al día y su comprobante; si el vehículo tiene más de tres años, debe
tener una revisión técnica obligatoria (RTO) al día”.