Gobierno debió intervenir en el asentamiento Esperanza para evitar el manejo discrecional de tierra



Los dirigentes del barrio ordenaron mover; desalojar y reubicar casillas. En la movida arrasaron con los cimientos de un comedor dónde una vecina proyectaba servir "copa de leche" para los chicos del barrio. La directora de Tierra y Hábitar debió intervenir y ordenar que se abstengan de perjudicar a la gente.




Gentileza;Ecos Fueguinos

 Un reducido grupo de autodenominados dirigentes barriales encabezados por la pareja Velez y León promovieron la reubicación y ordenamiento de las precarias viviendas que se asentaron en el extremo de las urbanizaciones Arraigo y Arraigo II. Con el argumento de que el Gobierno de la provincia y el Municipio reclamaban la readecuación del barrio, ordenaron al resto de los vecinos modificar la ubicación de sus casillas.
Los dirigentes explicaron a este medio que tienen la aspiración de que el asentamiento “La Esperanza, sea el único sector ordenado y en sintonía con las exigencias urbanísticas del Municipio”. Sin embargo, dichas exigencias, según revelaron, se cumplirían solo bajo su fiscalización y sin que haya mediado ningún profesional técnico que determine las medidas de los terrenos y de las calles. Por lo tanto el ordenamiento se realizó de manera antojadiza y bajo el unilateral criterio de los dirigentes que dicen estar avalados por el voto de los vecinos.
El dato no es menor dado que se trata de tierras privadas en las que nadie puede adjudicarse el derecho, ni siquiera una comisión votada por los propios vecinos, de dividir o subdividir la propiedad que no les pertenece y que tampoco forma parte de las expropiaciones dispuestas por el Gobierno de la provincia a través de normas sancionadas por la Legislatura provincial.
Vélez y Diaz, sin embargo, se postulan como la reserva moral de dicho asentamiento barrial al que concurren cientos de personas, a diario, en busca de una solución precaria a su crisis habitacional, y que dichos dirigentes, y un grupo de vecinos ubican a discreción. “Nosotros no vendemos los terrenos” argumentan en su defensa” como si tal cosa fuera legal, “solo se los damos a quien necesitan un lugar para vivir”.
Además, aseguran ser portadores de una sensibilidad social significativa mientras venden artículos de primera necesidad en el polirubro que explotan comercialmente en el barrio y que los vecinos del sector señalan como “el más grande de la zona” en el que se puede comprar desde papel higiénico hasta biscochitos para el mate.
En contra de sus propios vecinos




La pareja, sin embargo, parece estar guiada por principios nobles y honestos pero en su afán por ordenar “La Esperanza” no repararon en que estaban atentando contra sus propios vecinos dado que en el barrio María del Carmen, como muchos otros, ocupó un terreno pero no con la intención de construir su vivienda particular, la de sus hijos o tener un proyecto inmobiliario sino con el afán de levantar un comedor en el cual dar “UNA COPA DE LECHE A LOS CHICOS” a los chicos.
María Del Carmen, contó a este medio que conoce la necesidad porque “también la viví cuando era chica” y en su afán por evitar que otros transiten por ese camino angustioso decidió arrojar algunas gotas de su solidaridad al mar de las necesidades que existen en los asentamientos dónde el propio Presidente del Barrio Esperanza reconoció que días atrás “ví a cuatro chicos revolviendo en los contenedores de basura”.




El domingo o lunes, sin embargo, los dirigentes del barrio encabezaron el desalojo compulsivo del terreno dónde María del Carmen proyectaba su comedor. Sin avisar y a espaldas de la gente que donó materiales; horas de su tiempo; esfuerzo, y sacrificio para levantar una platea de material, los dirigentes del barrio La Esperanza contrataron una topadora y arrasaron con todo.
Solo dejaron el rectánculo de cemento que iban a ser las bases del comedor.
Amparados en que se trataba de una orden del Gobierno de la provincia, Velez; León y sus partidarios promovieron el desalojo y dieron por tierra con un proyecto que era por y para los chicos del barrio.
“Nosotros también queremos poner un comedor comunitario” explicó la pareja a este medio como si se tratara de un emprendimiento comercial que no resite competencia. Aunque aclarron que la pretensión es que “lo administre el barrio” y que “no sea de una ONG o de una Iglesia” a pesar de que a pocas cuadras de su polirubro un templo evangelista ocupa cuatro terrenos.
Gobierno puso orden



El descontento y el desorden producido a partir de la decisión de los dirigentes que dicen estar organizados con “un jefe de manzana” en cada parcela y que sin embargo ninguno de ellos se contactó con María del Carmen, promovió la intervención de la Directora Provincial de Tierra y Hábitat, Graciela Abat quien al ser consultada por este medio negó categóricamente que el Gobierno haya dispuesto “el ordenamiento del barrio, solo se les pidió que hagan un relevamiento terreno por terreno para saber quienes y cuantos eran sus ocupantes”.
Movilizada por las inquitudes que le transmitieron los familiares y amigos de María del Carmen, la funcionaria se apersonó en el barrio y promovió una improvisada reunión entre las partes y después de escuchar a ambos ordenó a los dirigentes vecinales que se abstengan de reubicar; mover; o desalojar a las familias que tienen necesidad habitacional e incluso el comedor de María del Carmen entendiendo que la propuesta de instalar un servicio de esas características en el barrio era un beneficio para los propios vecinos del lugar.
De la misma manera también se expresaron algunas familias que pidieron que el comedor continúe con su proyecto “porque lo necesitamos” aunque otros aseguraron que “nuestros hijos no necesitan ayuda de nadie, nosotros tenemos trabajo”, sin embargo se les reprochó, “si no tienen necesidad porque usurparon y no se inclinaron por comprar un terreno en el centro con todos los servicios”.


“El camino al infierno esta empedrado de buenas Intenciones”


La pareja de dirigentes vecinales nos ha dado  la sensación de estar guiados por buenas intenciones y principios nobles, sin embargo también nos han dejado la sensación de que se han extralimitado en la representatividad que le adjudicó un grupo de vecinos ya que se han tomado atribuciones en desmedro de otras personas, sin consultar, y sin importar a quien perjudican como si fueran, ellos, representantes de un poder que esta por encima de cualquier cuestionamiento o error.
Futuro solidario
De esta manera, sin embargo, las partes deberán convivir en un espacio dónde la solidaridad y el trabajo asociado parace ser el único camino para preservar a las futuras generaciones de las necesidades que hoy tienen sus progenitores. Pensar de otra manera es pretender sacar una ventaja personal; política; social; o partidaria. 

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