UNA JUGADA QUE BUSCABA EL DESPRESTIGIO DEL INTENDENTE: Terrenos públicos y pulseada política



Quienes pensaron que sacando los pies del plato, dejando sólo al jefe del ejecutivo municipal riograndense en el conflicto generado por la usurpación de los predios fiscales de la “Oveja Negra” de la “Margen Sur”, podrían llegar a obtener algún rédito de esa situación, la realidad les dio un revés muy duro.

Con el diario del lunes  en la mano los que aspiraban a leer en títulos rutilantes sobre el fracaso de la gestión Melella,  se encontraron con la otra cara de la moneda, es decir la “férrea”  decisión política demostrada en los días de  duras negociaciones, de idas y venidas, de intransigencia y de palos en la rueda por parte de quienes “fogonearon” este nuevo intento de apropiarse de tierras fiscales.
Jamás se imaginaron que el intendente tomaría el toro por las astas demostrando una fuerza anímica inquebrantable y colocando en el mismo foco del conflicto a los trabajadores del municipio como una fuerza  “disuasoria”, máquinas y hombres dispuestos a recuperar el espacio usurpado a la ciudad, especialmente a los vecinos de la Margen Sur quienes serán a la postre, los beneficiados con sendos proyectos de salud para todos los barrios de ese sector de la ciudad.
Esta renovada capacidad de dirigir los destinos de la ciudad con energía, con ejecutividad, con firmeza, pero sin dejar de lado la tarea de administrar con transparencia y compromiso social colocó, a Melella, en otro escalón  de la consideración pública respondiendo a lo que le pedía la comunidad y aceptando sin pruritos los nuevos desafíos que le esperan al gobierno local.
Sin embargo este espaldarazo  logrado a base de pura intuición política, contando con el conocimiento de lo que expresaba la mayoría del pueblo, desnudó el costado oscuro o execrable de las ambiciones personales, de los que empujan a los desesperados hacia el vacío de los reclamos y se esfumaron  como  se fueron esfumando las quejas de quienes usurparon, como se esfumaron las cintas demarcatorias de los terrenos ante la intransigencia municipal de no negociar absolutamente nada.
Así se fueron sin haber conseguido ninguna prebenda como moneda de cambio, con una causa judicial sobre sus espaldas y un abogado que deberá caminar los pasillos del juzgado para responder ante el juez por la incitación a la usurpación que es un delito, a la violencia y cuando fue más allá diciendo que se inmolarían si debían  desalojar esos terrenos del municipio.
El intendente reforzó su imagen, lo hizo sólo, en la más absoluta soledad y prestando el oído solamente a lo que señalaba la comunidad y los más íntimos, del otro lado del alambre se quedaron los que medraban con el conflicto, con la crisis, con la represión, y  hasta habrían “craneado” una posterior interpelación a los secretarios y hasta imaginaban un  posible “juicio político” que sacara de la escena a Melella avizorando un futuro eleccionario luego de su caída.
Esta lectura que hacen ahora en los “mentideros”  institucionales, los seudos analistas que pululan alrededor de los concejales, los legisladores, los diputados o los senadores, u otros que se rotulan funcionarios, parece indicar que la “mano dura” utilizada por el “profesor”  los ha descolocado.
Solo queda para agregar a toda esta situación en el final de una semana muy intensa y agitada, cuando se nombró al intendente  Gustavo Melella, en el  Gimnasio del Colegio Don Bosco, durante el desarrollo del bingo la gran mayoría de la gente que se encontraba en el interior del mismo irrumpió en un cerrado aplauso aprobando lo hecho por el Ejecutivo Municipal, recuperando las tierras de la comunidad, con la ley en la mano y con la fuerza de la razón en la otra.
Sin dudas que esto no es un dato menor en la política fueguina sumado a la aparición de, Federico Sciurano, apoyando la intervención del municipio en la recuperación de los terrenos, la posterior presencia de la justicia y la policía en otra ocupación de tierras privadas en la Margen Sur, no son cuestiones  que pasan desapercibidas para quienes creen que pueden seguir moviendo las piezas en el tablero de la política vernácula.
Habrá que ver que más son capaces de hacer los que desde las sombras utilizan las necesidades de la gente que llega a Tierra del Fuego, y les hacen creer que tienen derechos adquiridos por sobre los que hace años esperan pacientemente que su número de inscripción aparezca en la lista de los adjudicatarios de tierras o de viviendas para poder salir del ahogo que les provocan los altísimos precios de los alquileres, o los costos de las tierras que promueven los especuladores inmobiliarios.
Pero ese será tema de otro análisis posterior, por ahora Melella con su discurso  en la Apertura de Sesiones del Concejo Deliberante y esta “férrea” postura mostrada por estos días lo colocan en la consideración popular por encima de los que creen que la política es  una forma de llegar para satisfacer sus ambiciones personales y mirar desde otro lado como pasan por la otra cuadra la gente y sus necesidades.
PUBLICADO EL 19 DE MARZO POR TIEMPO FUEGUINO.

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