telam-23-5-13-Un total de 10 de las 16 vacunas que conforman el actual calendario gratuito y obligatorio fue incorporado desde 2003, lo que convierte a la Argentina en uno de los países "con uno de los programas de inmunización más completos de la región", dijo Pier Paolo Balladelli, representante local de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
"Además -señaló- al ser obligatorias y gratuitas se rompen con las diferencias entre la población, determinadas por el tipo de prestación o por tener o no el dinero para pagarlas".
En 2003 se agregaron al plan obligatorio las vacunas contra la hepatitis B y la triple viral, que se aplica a los 11 años; dos años después se añadieron la de la hepatitis A (se inocula a los 12 meses), y las vacunas contra las fiebres hemorrágica y amarilla, estas dos para zonas de riesgo.
En 2008 se sumaron la pentavalente para menores de un año y en 2009 la triple bacteriana acelular y las últimas en incorporarse fueron la del virus del papiloma humano (VPH) -indicada en niñas para prevenir el cáncer cérvio uterino-, la del neumococo -que se prescribía a los bebés con un costo superior a los $500- y la de la gripe.
También se universalizaron las vacunas contra la tos convulsa para embarazadas y la de la Hepatits B para mayores de 20 años.
“Las vacunas y el agua potable son los dos elementos que tienen mayor impacto en la salud pública ya que reducen la mortalidad y favorecen el crecimiento de las poblaciones”, definió a Télam Carla Vizzotti, Jefa del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación, quien informó que en esta última década se incrementó en 800% el presupuesto en esta área.
Uno de los ejemplos más importantes del impacto que tienen las vacunas para la salud pública se refleja con la Hepatitis A: desde la incorporación de la vacuna hubo un descenso del 88% de los casos de esta enfermedad en todas las edades y regiones, y desde marzo de 2007 no hay trasplantes hepáticos por esta causa.
"El 61% de los trasplantes hepáticos era a niños con Hepatits A, es decir que el hecho de haber llevado a cero esta cifra constituye no sólo un gran beneficio para esas personas, sino un ahorro millonario para el sistema sanitario", detalló Balladelli.
En referencia a esta enfermedad, Argentina fue pionera en la prevención con una sola dosis que se aplica al año de edad, y luego de demostrar el impacto sanitario, se realizaron estudios que mostraron la persistencia de la protección de los niños vacunados con una dosis y la disminución de la circulación viral.
Esta estrategia fue avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomendó al resto de los países que implementen la prevención con la monodosis, a partir de lo cual desde 2013 Colombia y Paraguay replicaron la experiencia argentina.
También hubo una importante disminución de la mortalidad y las complicaciones graves por gripe A a partir de la vacunación de grupos de riesgo: menores de dos años, mayores de 65, embarazadas, personas con enfermedades respiratorias, entre otros.
Otro dato relevante fue la reducción de mortalidad infantil por tos convulsa al ofrecerse en forma universal la vacuna a las embarazadas en la semana 20 de gestación: durante 2011 fallecieron 70 niños menores de un año por esta enfermedad, mientras que luego de la incorporación durante 2012, murieron 30, lo que representó una reducción del 57%.
El representante de la OPS también destacó "el ofrecimiento de la vacuna contra la hepatitis B para mayores de 20 años, ya que los más chicos estaban vacunados pero entre los jóvenes y adultos había mucha transmisión sexual”.
“Otra vacuna destinada a los adolescentes es la del VPH, y es muy valorable que el Ministerio haya invertido en ella porque sus resultados se verán recién dentro de 15 o 20 años", sostuvo.
La mayoría de las vacunas incorporadas eran aplicadas en el ámbito privado, "con costos sumamente altos y fuera del alcance de un gran porcentaje de la población, es por esto que su incorporación al calendario, y por consecuencia que sean gratuitas es un gran igualador social”, añadió Vizzotti.
La funcionaria recordó que “las vacunas tienen además un sentido solidario, ya que cuantas más personas tengamos vacunadas menos circulación de ese virus habrá y, por tanto, se beneficiarán indirectamente aquellos que no se la han aplicado".
Pero, además de la inclusión de vacunas al calendario, la política de inmunización gratuita genera otro tipo acciones como la conformación de alianzas con laboratorios para su elaboración en el país.
De hecho, en diciembre de 2012, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró la primera planta de producción de vacunas y anticuerpos monoclonales, ubicada en la localidad de Garín, provincia de Buenos Aires, en la que se elaboran, por primera vez en el país, vacunas antigripales estacionales y pandémicas, vacunas antineumocócicas y anticuerpos monoclonales.