PARA EL QUE MAS LO NECESITA;CAFE PENDIENTE SE INSTALO EN USHUAIA


La idea supone una cadena de consumiciones de café. El consumidor paga el suyo primero y deja pago uno o varios más en carácter de 'pendientes' para quienes no puedan pagarlo. Cuando las personas sin recursos económicos preguntan si hay algún café pendiente, si es el caso se le invita a un café que pagó previamente otro consumidor. Gracias a la inmensa difusión de estas prácticas mediante las redes sociales, se ha llegado a difundir en varios lugares del mundo. 

Historia 

Los tiempos de crisis agudizan el ingenio y promueven la solidaridad. Por si todavía hay quien lo duda, acaba de nacer en Italia una preciosa iniciativa que lo demuestra. Los Cafés Pendientes, que se están extendiendo como la pólvora por las redes sociales. El café ha sido siempre testigo de reuniones de amigos, trabajo y sociales. En muchos países de la cultura occidental el café es el convite habitual para una reunión, pero también una bebida de consumo habitual en la mayoría de los hogares; desde el desayuno a la sobremesa de la cena el café ha sido testigo de innumerables juntas de trabajo y reuniones de amigos o simplemente una charla amena con algún conocido. 

La práctica del café pendiente procura que mediante pequeñas acciones se pueda colaborar con los más excluidos del egido social, haciendo de esta multifasetica bebida un compromiso con la solidaridad.Esta propuesta, que nos invita a compartir con quienes más lo necesitan, resulta genial por su sencillez y porque se basa en la confianza entre personas que estamos cerca. 

Basta con entrar en cualquier establecimiento que luzca el distintivo de 'Cafés Pendientes', tomarnos uno -o no-, y dejar otro café pagado para que alguien sin recursos pueda disfrutarlo sin necesidad de dinero. La idea no es nueva. Nació hace más de un siglo en Nápoles, Italia. Cuando un obrero tenía algo que celebrar, bebía un café y dejaba otro 'caffè sospeso' para quien viniese luego y no pudiese pagarlo. 

Un acto de solidaridad completamente anónimo para quien lo recibe; el funcionamiento no puede ser más simple. Llegas a un bar, pides 'dos cafés y tres pendientes', y al rato vendrá alguien preguntando '¿hay algún café pendiente?', que lo disfrutará sin pagar un duro. O, mejor, el camarero anotará en una pizarra exterior cuántos cafés hay pendientes y así nadie tendrá que entrar en vano. 

Por supuesto cualquier local puede sumarse a la iniciativa sin más que anunciarlo a sus clientes 

La Cabaña de Te ubicada al pie del Glaciar Martial,de la Ciudad de Ushuaia se sumo a la iniciativa solidaria de "Cafe Pendiente",que ha sido implementada en otras ciudades de nuestro pais.