Caos, movilizaciones, enojos, problemas de salud e higiene en Caleta Olivia, una ciudad sin agua




 La población de Caleta Olivia al borde de un ataque de nervios. Dos marchas, los chicos sin clases, el agua domiciliaria que no llega, un racionamiento cuestionado, negocios con los camiones aguateros y un cruce de culpas y responsabilidades, es el panorama que se ha generado en la ciudad norteña de la provincia, debido a la rotura (una vez más) del acueducto que viene del Lago Muster. Servicios Públicos, los Intendentes actual y saliente, el gobierno provincial y el nacional, siguen mirando la película y los vecinos de Caleta no paran de sufrir las consecuencias.
Ayer se realizó en Caleta Olivia la segunda marcha de vecinos en protesta por la falta de agua domiciliaria, debido a una nueva rotura del acueducto que proviene del Lago Muster y es administrado por la Cooperativa eléctrica de Comodoro Rivadavia.
El problema del acueducto lleva tantos años como las miles de quejas interpuestas por los habitantes de Caleta, quienes en invierno no tienen agua y padecen el frío intenso y en verano, por la alta demanda y la deficiencia del caño transportador, quedan sin agua potable y deben recurrir al agua envasada para sortear las penurias que implica carecer de este fundamental elemento.
OPI vienen tratando desde hace años el problema sanitario de Caleta y ninguno de los Intendentes que han administrado la ciudad en los últimos 15 años, Fernando Cotillo y José Córdoba, se han ocupado del problema como corresponde, más allá de los discursos de coyuntura y mucho menos Servicios Públicos o la tan difundida ayuda del gobierno nacional que jamás llegó para contribuir a la solución final que se corresponde con la construcción de un nuevo acueducto.
La municipalidad declaró la Emergencia Hídrica, los establecimientos educacionales no pueden dar clases y en este momento camiones contratados por el municipio y Servicios Públicos, reparten agua a vecinos de los barrios donde la prioridad es vital, porque no llega ni una sola gota en las redes domiciliarias.
De vivos y avivadas
En esta ocasión, como en otras situaciones similares de las que hemos dado cuenta, se generan irregularidades y denuncias de los vecinos quienes se ven azorados de que en pleno 2013 estén “peleando por el agua” y haciendo largas colas detrás de camiones cisternas, para cargar bidones a fin de cocinar y mantener la actividad mínima de la familia.
La Municipalidad posee 5 camiones y a través de Defensa Civil contrató otros particulares que suman su ayuda para la distribución a vecinos de barrios más alejados, sin embargo en las últimas horas, arreciaron las denuncias por medios radiales de la localidad, sobre la venta del agua de parte de algunos distribuidores y también se ha denunciado situaciones preferenciales, como camiones descargando completos en los hoteles cuyos propietarios son afines al Intendente o, por ejemplo, una vecina quien denunció que en el Barrio César Campos se vio a uno de los camiones, abastecer solamente la casa del Intendente José Córdoba y salir de la vivienda chorreando agua por los caños del vehículo cisterna, regando la calle, ante la mirada estupefacta de quienes caminaban con un bidón para buscar unos litros de agua potable de un camión estacionado en las inmediaciones. Otros vecinos se han quejado reiteradamente de haberles exigido el pago del agua, a pesar de los reiterados avisos del Intendente Córdoba, sobre la gratuidad del abastecimiento.
Caleta Olivia, una vez más está inmersa en un problema sanitario que no es nuevo, pero el cual jamás fue solucionado. En tanto, los distintos partidos políticos siguen de campaña y, obviamente, uno de los caballitos de batallas de los candidatos, es el acueducto. De él todos hacen referencia, todos prometen y aunque se habla de preadjudicaciones, de costos y responsabilidades, el agua se escurre y transforma a Caleta en una “ciudad seca”, solo porque quienes deben responder ante la necesidad de la gente, están más ocupados en velar por sus intereses partidarios y mezquindades personales, que por el bienestar de sus habitantes. (Agencia OPI Santa Cruz)