Avanza la etapa final de la restauración de la basílica de Luján





TELAM-El arquitecto Guillermo Frontera, director de la Zona I del organismo encargado de los trabajos en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, detalló que en las obras realizadas en el templo del oeste del Gran Buenos Aires "no quedó nada sin tocar", luego de 10 años de intervenciones.

La etapa final de restauración de la Basílica de Luján, a la que llegaron más de dos millones de personas en la última peregrinación, avanza en la instalación de cámaras de seguridad, y renovación de la iluminación y el sonido, informaron voceros de la Dirección Nacional de Arquitectura.

El funcionario de la secretaría de Obras Públicas precisó que ahora trabajan en los solados interiores de la basílica, donde salvaron mosaicos antiguos y tuvieron que fabricar nuevos de acuerdo con el modelo original ya que se trata de una puesta en valor del edificio, cuya obra concluyó en 1935.

Las labores se originaron en 2003 mediante el primer decreto que firmó el ex presidente Néstor Kirchner por lo que en 2010, cuando se terminaron las dos primeras etapas y se lanzaba la tercera, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ordenó realizar allí el Tedeum al cumplirse el Bicentenario de la Revolución de Mayo.

Las tareas comenzaron por la fachada, las torres, la logia y las cruces, luego de la caída de una de ellas, el 14 de junio de 2000, y que tuvieran que bajar la otra con un helicóptero, lo que causó gran conmoción ya que de milagro la mole de una tonelada y media de hierro, que estaba a 106 metros del altura, no produjo ni un solo herido .

Las labores se originaron en 2003 con el primer decreto que firmó Néstor Kirchner, en 2010 se terminaron las dos primeras etapas y se lanzaba la tercera, la presidenta Cristina Fernández ordenó realizar el Tedeum al cumplirse el Bicentenario
En aquel entonces existía un proyecto de reparación de la Basílica pero no se pudo llevar a la práctica hasta 2003 y hoy se extiende a la Plaza Belgrano, mediante un acuerdo con el gobierno de la provincia de Buenos Aires y la municipalidad de Luján.

En la segunda etapa siguieron por el resto del exterior, las fachadas laterales, la torre crucero y la aguja de bronce que se ve desde el frente, justo en el medio de las dos torres principales, cuando se llega a la ciudad desde la autopista.

En la tercera etapa se trabaja en el interior del templo y los edificios anexos, los solados, la nueva iluminación en la que se salvaron las arañas originales y se le agregan lámparas led de última generación.

El equipo de sonido todavía no fue renovado pero se cambiará por un nuevo sistema que no haga eco, lo que incluirá la eliminación de cables que ahora están a la vista y no se adecúan a las nuevas normas de seguridad y las leyes vigentes.

Otra de las grandes novedades de la reconstrucción es la instalación de cámara de seguridad que se monitorean desde una central, que no dejan ningún lugar sin cubrir dentro del templo para garantizar las piezas históricas y la seguridad de los peregrinos que llegan a la ciudad durante todo el año.

El templo que convoca multitudes se comenzó a construir en 1900 por la iniciativa del padre Jorge María Salvaire, quien fue el principal historiador de la basílica e impulsó su desarrollo, que se terminó en 1935.


Sin embargo el gran pionero del templo, pese a su monumental labor, no pudo llegar a ver terminado el proyecto que intentaba imitar en tierras bonaerenses la catedral de Notre Dame de París. De allí su estilo neogótico, comentó el párroco y rector actual del templo y santuario, José Daniel Blanchoud.

En la primera etapa se invirtieron 6 millones de pesos, 17 millones en la segunda y más de 47 millones en la tercera, según lo resuelto por el ministerio de Planificación Federal del que dependen los organismos intervinientes.

Frontera explicó que las obras en el interior de la basílica incluyeron "la reparación de los vitrales, reposición de piezas y sellado" para conservar los diseños originales, que datan de la construcción del edificio.

En la primera etapa se invirtieron 6 millones de pesos, 17 millones en la segunda y más de 47 millones en la tercera
 Además, detalló, trabajaron en las partes de piedra y símil piedra, incluso con el cambio de los elementos tal como se hizo con algunas piezas artes de mármol de Carrara, que aún se puede conseguir.

En la última etapa se ocupan también de la cripta, que fue afectada en 2012 por una subida de las napas pero soportó la peor inundación en 1987, cuando el agua subió al último escalón para llegar al templo, recordó Blanchoud.

Además de las tareas de revoque y pintura, los especialistas trabajan para eliminar la humedad ascendente en las paredes y la depresión de las napas, reponer piezas de piedra ajadas por el paso del tiempo, restaurar las irremplazables y fabricar otras similares cuando las originales no se pueden salvar.

La restauración de la Basílica de Luján abarca también los elementos de madera, sobre todo los bancos de los confesionarios y los confesionarios, hasta lograr la artesanía original.