Sabemos perfectamente que recomiendan beber 2 litros de agua al día pero… ¿es realmente necesario?
Con estos seis puntos despejamos la incógnita del agua:
1. Serás más propensa a tener problemas de salud. El alto consumo de agua está ligado a unas probabilidades más reducidas de padecer piedras en el riñón, cáncer de colon y ataques al corazón.
2. Sin agua, el metabolismo es más lento. En estudios realizados para complementar el libro de 2010, The Water Secret, del doctor Howard Murad, concluyeron que la tasa metabólica basal (la cantidad de calorías que el cuerpo quema en situación de descanso) se acelera a medida que el cuerpo está más hidratado.
3. Tendrás que pensar el doble para realizar las mismas tareas. En el Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres, científicos confirmaron que el cerebro de los adolescentes deshidratados había encogido dentro de sus cráneos, y cuando se les proponía resolver un problema a modo de juego, participaban igual que sus compañeros que habían bebido agua, pero necesitaban más tiempo para resolverlo.
4. Comes más. Otro estudio de 2010 realizado entre 45 adultos por el Instituto de Salud Pública e Investigación del Agua reveló que aquellos que bebían dos vasos de agua antes de cada comida consumían entre 75 y 90 calorías menos en cada comida. En tres meses, los que beben agua perderían una media de dos kilos más que los que no si estuvieran siguiendo una dieta.
5. Parecerá que tienes más arrugas. Investigando para su libro, el doctor Murad averiguó que el agua consigue que la piel parezca más jugosa, las arrugas y líneas de expresión menos marcadas y la tez más iluminada.
6. Estarás de mal humor. En 2009, los investigadores de la universidad de Tufts propusieron a hombres y mujeres de su personal organizarse en grupos para realizar entre 60 y 75 minutos de ejercicio aeróbico de alto impacto, algunos sin beber agua antes y otros consumiendo agua con normalidad. El grupo de los deshidratados era más propenso a manifestarse cansado, confuso, enfadado y tenso.
Ahora, con las cartas sobre la mesa… ¿merecen o no merecen la pena esos ocho vasos de agua al día?