Hospital Río Grande: Las autoridades decidirán quiénes deben ser atendidos



El director del hospital regional Río Grande informó hoy por FM Del Pueblo la decisión de someter a evaluación de los profesionales quién debe recibir un turno de atención en función de prioridades que se establecerán de acuerdo al grado de riesgo del paciente.


Se debe a la aparición de “coleros” en los últimos años, que “venden” los turnos a pacientes que por esta vía evitan las largas colas desde la madrugada, o durante toda la noche, para poder acceder a un turno de atención.

La medida es más que polémica y el director Jorge Olivo adelantó que generará resistencia, pero “desde hace dos años” se analiza este fenómeno que hoy dejó sin turno a embarazadas que estaban en la cola, porque se cubrió el cupo con los coleros.

Olivo abandonará el cargo el mes que viene, dado que tramita su jubilación y decidió no continuar al frente del hospital, pero esta definición sobre el otorgamiento de turnos sería compartida, según dijo, no sólo por la dirección sino por los jefes de servicio.

“En estos últimos días hemos recibido denuncias de este tipo de cuestiones, que vienen siendo denunciadas desde antes también”, señaló sobre los “coleros” que sacan turnos para terceros y cobran una comisión por la gestión.

“Habíamos buscado un mecanismo para poder contrarrestar este tipo de actividades, pidiendo que presentaran la documentación identificatoria de quién va a sacar turno. Pero parece que el mecanismo lo aceitaron las personas que hacen esta actividad”, señaló.

Olivo aclaró que la venta de turnos “no está propiciada ni reconocida ni aceptada por el hospital”, en total desacuerdo con que “las personas tengan que pagar para poder tramitar el turno”.

“Sabemos lo difícil que es acceder a un turno y analizamos hace mucho tiempo de qué manera garantizar que las personas con más riesgo de salud tengan acceso a los turnos, en función de su necesidad de salud y no por el que llega primero a la cola”, dijo.

Ese sería el criterio a aplicar: una evaluación de los médicos para ver quién merece ser atendido primero. “No es fácil de resolver porque hace falta crear dispositivos, como mecanismos de comunicación y análisis”, observó.

Asimismo prevé denunciar a los “coleros”. “Esta actividad habitual que hacen algunas personas de hacer trámites y lucrar con ellos, es una actividad comercial en negro, que no está declarada. Vamos a tratar de elaborar algún comunicado a la comunidad para que no pague por trámites de turno”, adelantó.

“No creemos que sea bueno que las personas lucren con esto”, dijo, por lo que van “a denunciarlos a la AFIP por la actividad comercial ilegal”.

Se le indicó que es difícil para una persona con problemas de salud permanecer toda la noche esperando en la cola, como ocurre actualmente, por la que se termina cayendo en este servicio informal. “Estamos tratando de generar un mecanismo –reiteró Olivo-. Algunas personas que han tenido problemas en acceder y no han conseguido turno, se han acercado al jefe de departamento y hemos tratado de resolverlo. Hay que buscar mecanismo en función de las necesidades, porque no es lo mismo tramitar una ecografía de control que una ecografía por una patología. Lo que tratamos de hacer es buscar un mecanismo para hacer un sistema de gestión que permita acceder a un turno a través de mecanismos remotos inclusive. Esto se está tratando de pulir, para que puedan acceder al turno en forma personal, pero que lo tramiten y podamos analizar el caso médico, para definir quién tiene que acceder primero en función de su necesidad de salud”, remarcó.

Olivo sostuvo que “hoy fue uno de los peores días y fue muy grosero, porque todas las embarazadas que hicieron la cola no pudieron acceder al turno porque se los consumieron los vendedores de turnos”.

Por lo tanto, respecto de estos y otros turnos asignados, habrá una revisión y reasignación. “Analizaremos si los turnos que se otorgaron son prioritarios y, si no lo son, le daremos prioridad a las personas que más necesidad tienen”, confirmó.

“No hay que propiciar actividades ilegales y no es lo mismo ir a hacer una cola al banco que para un servicio de salud”, diferenció Olivo, reiterando que será decisión de las autoridades del servicio de salud definir quién recibe el turno de atención.

“La demanda siempre excede a la oferta y hay que analizar caso por caso. No es lo mismo un embarazo de alto riesgo que uno normal”, sostuvo, por lo que se prevé “un monitoreo de las consultas realizadas por cada paciente”, ver los que son crónicos, los que tienen problemas neurológicos, y discriminar a quién corresponde dar prioridad en la atención.

“Esto se viene discutiendo en los últimos dos años y no es sencillo de implementar. Va a haber gente que no va a aceptar que uno le gestione el turno en función de su necesidad”, admitió,

“Cada uno quiere llegar, pedir un turno y que se lo den, pero nosotros analizaremos la circunstancia para ver cuál es el primero que tiene que llegar a la atención”, ratificó.

Consultado sobre la cantidad de turnos que se entregan en el privado, muchos más que en el hospital, dijo que “es muy complicado comparar lo que se hace en el privado que lo que se hace a nivel estatal. Acá atender más o menos pacientes da lo mismo, en el privado genera más”, dijo, para explicar por qué se evacúa de otra forma la demanda en las clínicas.

Recordó que “a principios de 2013 se sacó una disposición estableciendo la cantidad de tiempo que dura cada consulta y como mínimo en una jornada laboral de ocho horas, se asignan seis horas de atención”.

Lo cierto es que “desde los jefes de departamento y la dirección creemos que el mecanismo tiene que cambiar, en función de gestionar los turnos y no tramitar turnos por una cola, o porque se llega primero. Tiene que haber un mecanismo de análisis en función de la necesidad y la complejidad de los pacientes”, sentenció.

“Es difícil de implementar y llevamos mucho tiempo discutiendo el tema, pero tiene que tender a esto: a eliminar todos los factores que ensucian el sistema de atención, para que no accedan los que compraron turnos y sí las personas en situación de riesgo”, concluyó Olivo.