Se trata del policía Félix Henk
En la Capilla ‘Sagrada Familia’ del barrio INTEVU ambos hombres
compartieron la Santa Misa a tres años de que el hijo de uno de ellos decidiera
tomar la drástica decisión de quitarse la vida con tan solo 20 años.
El encuentro entre Hugo Henke, padre del policía Félix Andrés Henke
promotor de esta historia, y de Miguel Alonso, relojero de Río Colorado, en la
provincia de Río Negro, tardó esos tres años en concretarse.
Finalmente, gracias al sobrino de Alonso, que es gerente en un reconocido
negocio del cual Hugo Henke es cliente, éste pudo saber quién donó el preciado
corazón del joven policía.
Atestiguaron con su presencia este encuentro la Secretaria de Asuntos
Sociales del Municipio de Río Grande, profesora Gabriela Castilo y el padre
Juan Carlos Bouzou, cura párroco de esta congregación católica.
“Del dolor profundo nació un acto de amor y vemos que el corazón de mi hijo
sigue latiendo en el corazón de Miguel Alonso que hoy está al lado mío. Son
cuatro las personas trasplantadas y en este caso se me dio la oportunidad de
encontrar al primero, quien lleva el corazón de Félix”, comentó Hugo Henke.
El padre del fallecido policía confió que “mi deseo fue saber siempre quien
llevaba el corazón de mi hijo y espero, si Dios quiere, encontrar a las otras
personas”.
En este sentido, Henke abogó para que la sociedad tome conciencia de la
importancia de donar órganos. “La verdad es que es muy difícil cuando uno
pierde un familiar, más tratándose de un hijo, llegar a tomar la decisión tan
fuerte en ese momento que se te va un hijo y tu vida se te va con él, de donar
los órganos”.
Henke aseguró que “ahora me encuentro mucho más conforme porque ya se que
el corazón de mi hijo está en una buena persona y le dio vida; físicamente ya
no tengo a mi hijo, pero lo tengo a él”, dijo en referencia al receptor.
“Yo volví a nacer”
Por su parte Miguel Alonso, de 64 años, comentó que “fui transplantado el
día 16 de julio de 2012 y estaba en lista de espera desde el día 10 de ese mes
y de ese año”.
“Vine a conocer a Hugo porque yo quería saber quién era el padre de esta
persona; había una cuestión del apellido que no coincidía, pero el mundo es
chico y la verdad que yo justo tengo un sobrino acá trabajando en una firma –es
gerente- y resulta que Hugo, el papá de Félix, es cliente justamente de esa
empresa”, dijo celebrando la feliz coincidencia.
Agregó que “charlando un día, Hugo le comentó lo que le había pasado y
entonces mi sobrino le dice: ‘yo tengo un tío transplantado en Río Colorado’. Y
más o menos por la fecha coincidía y era Felix Henke”.
Es desde ahí que Hugo Henke se comunicó con Miguel Alonso “y empezamos las
charlas telefónicamente y yo quedé que iba a venir para esta fecha a conocernos
y me encontré con una gran persona y sobre todo encontré a una gran familia”.
“Esto es muy importante para que la gente tome conciencia lo que es una
donación de órganos dentro de una desgracia porque lo que le ocurrió a él, es
una desgracia, pero a la vez dio otra vida. Es bueno que la gente tome
conciencia sobre lo importantísimo que es donar órganos”, entendió Alonso.
El receptor del corazón dijo: “Yo volví a nacer; yo tenía muerte súbita y
no tenía otra salida que el transplante. Tuve la suerte de entrar en la lista
de espera del INCUCAI el día 10 de julio de 2012 y el día 16 ya estaba
transplantado, por eso reitero lo importante que es la donación de órganos que
no es fácil para un papá; me pongo en el lugar de Hugo en una situación de
conmoción y la verdad es que es brava la decisión para donar los órganos de un
hijo muerto. Hay que tener mucho coraje, mucha valentía y Hugo la tuvo”,
elogió.
Consultado si su organismo produjo algún rechazo hacia el órgano
transplantado, Miguel Alonso aseguró que “yo no tuve ningún rechazo; se ve que
ese corazón era muy fuerte porque salió, como quien dice, marchando enseguida.
Se ve que era para mí ese corazón. Lo que estoy viviendo es algo increíble.
Todo esto, compartir la Misa hoy, me superó. Para mi todo es algo nuevo ahora”.
Como recuerdo, Miguel Alonso se lleva la campera policial del fallecido
joven policía. “Cuando supe que Miguel era quien tenía el corazón de mi hijo,
decidimos donar esa campera que mi hijo usó un día antes, cuando había llegado
de su guardia. La encontré dentro de su auto, donde la había dejado. Ahí me
dije: esta campera es para la persona que lleva el corazón de Félix y por eso
la guardé todo ese tiempo hasta que conocí a Miguel y tuve la oportunidad de
entregársela, junto con otros presentes que le di, para que mantenga siempre en
el recuerdo a mi hijo”, concluyó por su parte, Hugo Henke.
“La donación de órganos es una gran puerta a la vida”
En tanto la profesora Gabriela Castillo, observó que “cuando muchas veces
hablamos de la donación de órganos, mucha gente se plantea esta duda de no
saber el día de mañana a dónde van esos órganos”.
Agregó que “realmente hoy contar con esta posibilidad de tener un ejemplo
de vida donde hay un corazón generoso, una familia generosa, que decide la
donación de órganos en función de dar vida a otros con una situación difícil
ante la muerte que es inevitable, ver en este encuentro de las familias, ese
receptor agradecido, a quien tuvo la oportunidad de tener vida, de volver a sus
actividades; de tener esa vida normal que tenía con anterioridad, es el claro
testimonio de que en verdad esta es la puerta de que verdaderamente la donación
de órganos es la gran puerta, aún en el momento del dolor para poder dar vida a
otros”.
En este sentido, la integrante de Gabinete municipal dijo que “poder
compartir esto con la comunidad, es una nueva invitación que no solamente tiene
que ver con la formalidad de la invitación, sino poner en el corazón de las
decisiones la posibilidad de dar vida a otros en el momento último; en ese
postrer momento en donde un ser querido no tiene la posibilidad de continuar
con su vida y poder –a partir de la donación de órganos- dar vida a otros”.
La secretaria Gabriela Castillo justamente fue profesora de Félix Henke en
el secundario. “Fue un servidor público que daba todo por los demás y sin
pensarlo -y por decisión de su familia- por reflejo de ese mandato que tenían
hoy Félix seguirá su camino de vivir por los demás, desde otro lugar, en Río
Colorado”.